Yaquis

06.06.2013 09:30

 

Origen

Su cultura tiene una mezcla de elementos europeos e indígenas. Su división estaba formada por una casta militar formada por los guerreros más distinguidos, los sacerdotes. Los cultos que eran comunitarios a sus dioses, era un elemento de unión. 

Evolución

En 1533 los españoles llegaron a las riberas del Río Yaqui y contactaron con los indígenas de la región. Los yaquis defendieron su territorio y su cultura desde entonces, una cultura rica en ritos y tradiciones. 

Con esta actitud  ceremoniosa advierte: “Si pasan esta raya que hemos trazado serán hombres muertos”.

Esta fue la primera de las incursiones que los españoles realizaron a territorio yaqui y también el inicio de una relación hostil que impidió el sometimiento de los yaquis a las leyes de la Corona.

Este singular encuentro marca elementos fundamentales que hasta hoy permanecen, como la autodeterminación y la libertad de ejercer su soberanía territorial y organizativa, aspectos de las que nunca se les pudo despojar a pesar de políticas destructivas y guerras de exterminio.

Después de esta definición territorial marcada por los yaquis en el primer encuentro, sobrevino en poco tiempo el primer conflicto bélico entre la tribu y los españoles capitaneados por Diego Martínez de Hurdaide, quien sufre la peor derrota de los peninsulares en la Conquista de la Nueva España.

De este episodio surge un hecho poco común: los vencedores proponen una negociación de paz y colaboración.

El yaqui Ania Baá Lu Utek y cuatro mujeres son enviados al encuentro del capitán español derrotado a negociar la no agresión de ambas partes y el respeto de la soberanía territorial a la nación yaqui.

Inmediatamente después, en 1617, llegan los primeros misioneros jesuitas, Andrés Pérez de Rivas y Tomas Basilio, quienes impulsaron uno de los cambios más profundos en la vida de los yaquis.

Así inicia la verdadera conquista, la espiritual y cultural. Se propicia una mayor integración al conformar 80 rancherías en 8 pueblos principales: Vícam (la natividad del Señor), Pótam (Santísima Trinidad), Tórim (San Ignacio de Loyola), Rahum (La Ascensión del Señor), Bácum (Santa Rosa de Lima), Huírivis (Santa Bárbara), Cócorit (Espíritu Santo) y Belem (San Miguel Arcángel).Transcurrieron 123 años, aproximadamente, de tranquilidad y de paz hasta que en 1740 brotan los primeros manifiestos de inconformidad en contra de los sacerdotes y del propio gobierno colonial, generando enfrentamientos que daban una clara idea de que la tribu ejercía un completo poder sobre sus ordenanzas y autoridades.

1810. Los yaquis no participan en la Guerra De La Independencia puesto que siempre se consideran una nación independiente.

1825. Se reinician las rebeliones yaqui con choques continuos entre yori y yaqui para formar una nación independiente separada de México, bajo el liderazgo de Juan Banderas. Existen continuamente alzamientos, asaltos, fusilamientos, promesas, divisiones que merman la etnia, obligándoles a refugiarse varias veces en la Sierra del Bacatete y creando un clima de intranquilidad en toda la zona. Entre los levantamientos destacan los de Cajeme en 1870 y las guerrillas de Tetabiate.

1897Paz de Ortiz con el gobierno mexicano, que se rompe muy pronto y vuelven las hostilidades.


La Guerra del Yaqui surge en el último tercio del siglo XIX como una respuesta a la convocatoria abierta para colonizar las tierras de los Valles del Yaqui y del Mayo por parte del gobierno mexicano. Los yaqui se levantan en defensa de su tierra y su autonomía. En esta guerra fue decisiva la Batalla de Mazocoba (1900), en la que el ejército federal infligió una fuerte derrota a los yaqui, mueren cientos de ellos y el ejército toma a 300 mujeres y niños prisioneros. A partir de este momento comienza la deportación a Yucatán, que se mantiene de una manera constante hasta terminar la primera década del siglo XX, llegando la mayoría en 1908.

Deportación a Yucatán. Para acabar con las rebeliones de los yaqui, el gobierno de Porfirio Díaz deporta a miles de yaqui, inclusive familias enteras, para ir trabajar en las haciendas del henequén de Yucatán, un trabajo muy pesado y que ocasionó una alta mortandad. Los yaqui eran famosos por su fuerza y porque cortaban más pencas que los demás (también hubo chinos, coreanos, tlaxcaltecas, etc. en estas haciendas). Las mujeres trabajaban en la cocina comunal. De los 6500 que se calcula fueron deportados a Yucatán, volvieron unos 3500, de los que la mayoría murió y unos pocos se arraigaron allí al casarse con una mujer u hombre maya (en el censo de INEGI de 1990 en Yucatán sólo se registraron dos hablantes de lengua yaqui). A partir de 1911 comienza de una manera paulatina su regreso a Sonora. La deportación no logró su cometido de desarraigo, al revés, les afianzó más como pueblo y como cultura propia.

Con la deportación quedaron en Sonora unos 3.000 yaquis, protegidos por hacendados con influencia.La mayoría estaban en Yucatán y otros emigraron hacia Arizona (Estados Unidos). A su regreso, muchos se establecen en Pótam y otros buscan trabajo en Hermosillo donde se instalan en los barrios de El Coloso. El Mariachi y La Matanza, trabajando en numerosas obras públicas como la Penitenciaría, ferrocarril, etc. si bien su presencia en esta ciudad se inicia desde mediados del siglo XIX.

1910. La etnia tuvo una importante participación en el conflicto de la Revolución mexicana, ya que se les había prometido que con su colaboración, al final de la guerra les devolverían sus territorios. Al no cumplir las autoridades, se dieron nuevos levantamientos todavía en 1929.

1937 a 1939. Acuerdos, bajo la presidencia del general Lázaro Cárdenas, donde conceden y ratifican a la etnia el dominio de sus tierras, incorporándola al sistema nacional de ejidos y reconociendo la legitimidad de las autoridades tradicionales yaqui. La margen izquierda del río Yaqui queda en poder de yori y la margen derecha en poder del pueblo yaqui.

En la actualidad, continua la lucha yaqui por la defensa de sus tierras y su autonomía, rigiéndose por sus propias autoridades tradicionales, dentro del marco de la legalidad de México.

Territorio

 

El territorio no solo comprende el elemento fisiográfico, sino que es el espacio que han construido los pueblos en el devenir de los siglos.

E l territorio es donde tienen sus raíces ancestrales, donde han fijado su vida, en donde viven su presente y se preparan para el futuro, es donde ejercen su poder de autonomía.

Para los yaquis la tierra, el agua, los árboles, los cerros, se las”concedió” Dios por lo tanto es un “derecho natural”, que no está sujeto a negociación, ni venta. Se las otorgó —dicen—, desde mucho antes que llegaran los españoles, desde que nacieron sus ancestros por lo tanto son dueños del territorio desde siempre, son pues los propietarios originarios.

 

Para los yaquis, la tierra no tiene precio en términos económicos y quitarles una hectárea ó 500 o mil es arrebatarles parte de su territorio, parte de su vida. Vender la tierra dicen: “sería deshonrar a nuestros antepasados que murieron por miles en la defensa de cada metro cuadrado”.

Para ellos el centro de su territorio es la sierra del Bacatete, testigo de las batallas y les da cobijo, ramas y frutos para alimentarse. “Los yaquis entendemos y sentimos el valor de la tierra, ya que entre hombre y tierra hay armonía, convivencia.

 

Es difícil por no decir imposible determinar la extensión originaria de las posesiones de la tribu yaqui. Se dice que comprendía desde el río Gila (afluente del Colorado) hasta Mazatlán, Sinaloa.

 

El territorio tradicional ha sufrido importantes mermas, de tal manera que quedó, a partir de 1937, restringido a una extensión de 485 235 ha sobre las que se extiende el distrito de riego número 18. Los municipios en donde se ubica son: Guaymas, Bácum, Cajeme y Empalme.

 

El conjunto del territorio comprende tres zonas diferenciadas: el área serrana -la sierra de Bacatete-; una zona costera, que abarca los poblados vecinos de Guásimas y Bahía de Lobos; y el valle, en donde se localizan las tierras irrigadas.

 

Los ocho pueblos tradicionales son, de sur a norte: Loma de Guamúchil, Loma de Bácum, Tórim, Vicam, Pótam, Ráhum, Huirivis y Belem. Vícam se ha constituido en el centro político del grupo y lugar de encuentro de las autoridades tradicionales de los ocho pueblos. En los años veinte se fundó Vícam Estación, en el paso de la vía férrea.

 

Gobierno

 

Tipos de gobierno yaqui:

* Autoridad civil y judicial. Cada pueblo cuenta con un gobernador o Cobanao mayor, auxiliado por otros cuatro gobernadores y Los Pueblos, especie de consejo de ancianos o senado, formado por el Pueblo Mayor y otros tantos según el número de habitantes del poblado. El gobierno supremo de la etnia lo forman los 40 gobernadores y los ancianos de los pueblos reunidos.

* Autoridad militar. El de más importancia es el alférez o abanderado, luego el tambulero, después el capitán yoowe o primero, capitán segundo, tenientes, sargentos y cabos. * Autoridad religiosa. Funge durante la época de Cuaresma, en la que la autoridad suprema y total es depositada en los fariseos o chapayecas, bajo cuyas órdenes actúan las autoridades militares y religiosas, mientras las civiles cesan temporalmente sus funciones.

Leyes civiles y de la tribu

 

Sus derechos sobre la tierra y el agua siempre han sido cuestionados; gobiernos van y gobiernos vienen y siempre lo mismo; los gobiernos cegados por la ambición y el desprecio a su forma de organización y concepción de la vida han mantenido dividida a una buena parte de sus representantes, mas no han podido dividir ni al pueblo ni a las tropas que siguen unidas en la defensa del territorio y el agua.

Actividades económicas 

 

Las principales actividades económicas de la tribu son el cultivo de la tierra, caza, pesca. 

Además como dato podemos obtener que en actividades primarias, el 63% de la población; en las secundarias, trabaja el 12% de la población; y en las terciarias el 22% de la población, y gracias a que la población está activa, se frena la migración de la gente. 

Los municipios de Bácum, Etchojoa y Huatabampo tenían un nivel de especialización en las actividades del sector primario: agricultura, ganadería, caza y pesca en el año 2000, aunque Huatabampo aparecía también con un nivel de especialización en la minería.9 

El municipio de Cajeme sobresale con especialización en seis ramas de actividad insertas en el sector secundario y terciario: electricidad, gas y agua; manufactura; construcción; comercio, restaurantes y hoteles; transporte y comunicaciones; y en los servicios. También Navojoa destaca en seis ramas: minería; electricidad, gas y agua; manufacturas; construcción; comercio, restaurantes y hoteles; y en los servicios, lo que refleja la trascendencia de la localización en este municipio de la industria cervecera y la electrónica10 en los años noventa. En este sentido, se puede deducir que Bácum, Etchojoa y Huatabampo experimentan un proceso de mono especialización productiva, mientras que los municipios de Cajeme y Navojoa tienden hacia la diversificación de la estructura económica. 

  

EDUCACIÓN 

 

En el nivel educativo cuentan con escuelas de primaria de educación bilingüe (lengua yaqui y español), secundaria y bachillerato tecnológico. Los libros de texto de primaria son en lengua yaqui con ejemplos del contexto social del grupo, para que los niños no desvirtúen el conocimiento de los valores y tradiciones de su grupo. También se está desarrollando el Proyecto Educativo de la Tribu Yaqui, dentro de la jefatura de zonas de supervisión de educación indígena de la Secretaría de Educación y Cultura. Cuentan con bastantes estudiantes de la etnia en la Universidad de Sonora realizando estudios de licenciatura en Lingüística, Leyes y otras carreras superiores. 

Lutisuc Asociación Cultural, 2 trabaja con los grupos yaquis asentados en la ciudad de Hermosillo tratando de apoyarlos en la preservación de su cultura. Con este objetivo se realizan talleres de apoyo a la música y vestimenta tradicional, talleres artesanales y cursos de recuperación de lengua yaqui. También tienen artesanías muy exóticas que atraen el turismo.

Religión

 

Evangelizados por jesuitas, se consideran católicos y conceden cierta autoridad a los sacerdotes católicos (cf. Todavía en algunas comunidades piden o llevan las palmas a bendecir al sacerdote de Vicam, piden la presencia del sacerdote en algunas fiestas, etc.).

Otras fiestas son: la Santa Cruz, el 3 de mayo, donde realmente se termina la Cuaresma; los Cabos de año o velaciones con danzas tradicionales al cumplir un año los difuntos (durante 4 años), fiesta de la Virgen de Guadalupe en Loma de Guamúchil; de la Santísima Trinidad en Pótam; Corpus Christi en Ráhum; San Juan Bautista en Vícam; Virgen del Camino en Lomas de Bácum; de San Francisco de Asís (hay los que le confunden a San Francisco Javier) el 4 de octubre en Magdalena de Kino, entre otras. En el área del sur de Sonora la fiesta más grande corresponde a la fiesta de Loma de Bácum el 2 de julio. (Para ver un poco el aspecto "católico" de la tradición se podría ver el "Catecismo Yaqui" publicado por varios organismos bajo ayuda de la Diócesis de Ciudad Obregón pero respetando casi "a la letra" las aportaciones y reflexiones de "maistros", "cantoras", "catequistas", etc.)

Cosmovisión

 

La cosmovisión Yaqui contiene mucho que se relaciona con la tierra y la naturaleza. El venado, por ejemplo, es sagrado y forma un importante elemento de la danza y ceremonias tradicionales que se celebran por todo el año en distintas ceremonias.

El origen de la lluvia

Cuenta la leyenda que en tiempos antiguos, la región yaqui vivió una intensa sequía. Los ojos de agua se secaron, las rocas se carbonizaron y el suelo ardía debido a la escasez del tan preciado líquido. Los ocho pueblos sufrían de una insaciable sed.

Los líderes principales de los ocho pueblos, muy sedientos entonces, decidieron intentar comunicarse con Yuku, el dios de la lluvia. El noble gorrión, capaz de surcar los inmensos cielos con su incesante aleteo, fue el primer elegido para llevar el mensaje a Yuku, ante la presencia del cual exclamó:

– He venido en nombre de los ocho pueblos a pedirte el favor de tu lluvia.

A lo cual el dios respondió:

– Con gusto. Vete sin preocupación y dile a tus jefes que muy pronto habrá lluvia.

Aunque el gorrión descendió a la velocidad de una centella, poco antes de llegar al pueblo el mundo se llenó de nubes y comenzaron los rayos; fue así que el veloz huracán alcanzó a la avecilla y el agua por lo tanto nunca llegó a la tierra yaqui.

Ante el fracaso del gorrión el pueblo yaqui ordenó ahora a la golondrina llevar a cabo la misión. La golondrina voló hacia el dios de la lluvia, suplicándole de parte de sus jefes que enviara un poco de agua porque el pueblo moría de sed. Yuku le respondió de muy buen humor:

– Ve sin preocupación con tus jefes y ten la seguridad que tras de ti llegará la lluvia.

La golondrina voló de regreso, pero al igual que el gorrión, fue alcanzada por el rayo y el viento. Ni ella ni una sola gota de lluvia llegaron a la tierra yaqui. Entonces, los líderes de la tribu, desesperados por no saber a quién más enviar decidieron mandar al sapo. Primero trataron de localizarlo en la laguna o "Bahkwam" como se le conoce de acuerdo a la tradición Yaqui. Una vez que lo encontraron llamándolo por su nombre "Bobok" le dijeron que fuera a una junta a un lugar cercano a Vícam. Ahí se encontraban los líderes principales de los ocho pueblos. El sapo se presentó y le dijeron:

– "Debes ir con el dios de la lluvia y rogar porque nos la mande" –

"Muy bien", dijo el sapo, "Con su permiso me retiraré para alistarme para el viaje de mañana. Espérenme a mí y a la lluvia". Se fue de regreso al Bahkwam y visitó a un amigo que era mago que le proporcionó unas alas de murciélago. Al día siguiente, Bobok voló hacia las nubes y encontró al dios de la lluvia. Luego de saludarlo de parte de sus jefes, le dijo: "Señor, no trate tan mal a los yaquis.

Envíennos un poco de agua para beber porque morimos de sed".

"Muy bien" respondió Yuku. "Adelante, no te preocupes, la lluvia te seguirá muy aprisa" Bobok fingió partir pero realmente se metió bajo la puerta de la casa del dios de la lluvia.

Después, el cielo se nubló, se vieron rayos, se oyeron truenos y comenzó a llover. La lluvia llegaba a la tierra pero no alcanzaba a Bobok.

El sapo (ahora con alas) subió más arriba que la lluvia, diciendo: "Kowak, Kowak, Kowak".

La lluvia, oyendo al sapo, comenzó a caer de nuevo. El sapo dejó de cantar y la lluvia, pensando que Bobok estaba muerto, se calmó otra vez. Entonces, el sapo empezó a cantar de nuevo, yendo desde la lluvia hacia la tierra. Al fin la lluvia llegó a la región yaqui, todavía buscando al sapo para matarlo.

Llovía por toda la tierra y de repente hubo muchos sapos, todos cantando. Bobok devolvió las alas de murciélago a su amigo mago y vivió tranquilamente en su laguna Bahkwam.

 

Acerca de la muerte

Quien muere en Cuaresma no puede tener pompas fúnebres con fiesta, música, danzas y borrachera, hasta que pasa esta época. Sólo entonces puede el alma encontrar su camino para retornar a la casa del padre viejo, del ´ITOM ‘ ACHAI (padre nuestro en el idioma yaqui).

Con la evangelización el ritual de enterrar al difunto con sus pertenencias se modificó por el uso de calzarlos con sandalias nuevas y colocarles al lado una jícara con agua para el camino.

El cielo yaqui es la feliz llegada del espíritu a la casa con el Padre Viejo y donde lo esperan todos sus ancestros y antepasados, para lo cual es conveniente una fiesta por parte de los vivos para acompañar al difunto en su alegría. El dolor por la separación de un ser querido jamás debe manifestarse con llanto, pues esto haría que el espíritu perdiera el rumbo y se pudiera convertir en un eterno vagabundo, solitario y sin rumbo fijo (que podría considerarse como el infierno yaqui) El gozo o sacrificio después de la muerte no se deberán entonces a los méritos personales en vida sino como resultado de la actitud de los vivos y de la exactitud cómo se celebren los ritos.

 

Tradiciones.

En Cuaresma y Semana Santa, así como en Día de Muertos, la cultura de la etnia Yaqui nos muestra su misticismo, la unión del hombre con el universo y la naturaleza que lo rodea. 

La Danza del Venado es la más representativa, mostrando la ejecución simbólica de la caza de este animal, con una gran riqueza estética que atrae a visitantes de todo el mundo. 

La región Yaqui se delimita por sus ocho pueblos: Potam, Huirivis, Torim, Cócorit, Loma de Bácum, Vicam, Ráhum y Belem, donde conviven armónicamente las expresiones religiosas, medicinales y culturales de esta etnia, con los avances y la tecnología en esta región. 

Principales danzas y música

Llamada en lengua yaqui Maaso Yiihua representa momentos del ciclo vital del venado, animal sagrado para el pueblo yaqui. Mediante el uso de una mímica libre, imita las reacciones de sorpresa, alerta, atisbo, venteo, etc. que el venado manifiesta al entrar en contacto con su entorno, así como la interacción que establece con otras especies representadas por las figuras de los Pascola (que pueden representar un pájaro, una serpiente, una flor, un coyote, el agua, etc.)

Por lo general son 4 pascola y bailan de uno en uno, danzando primero el último en jerarquía, el llamado “el lobito” que representa animales menos estimados en la valoración del yaqui: burro, perro, zorro, etc., después bailan los otros dos pascola y por último el pascola Yoowe (anciano) o jefe del grupo.

Juego del venado con los coyotes: en esta danza intervienen dos o más Pascola simultáneamente, representando a coyotes, intentando hacerle bromas o daño al Venado, mientras este trata de defenderse con agilidad y elegancia

La muerte del venado: donde se representa la lucha del hombre-cazador y el Venado, que termina entregándose y muere. Los Pascola representan al cazador y los raspadores y el tambor de agua, con su ritmo, van indicando los latidos del corazón del venado y su respiración, dejando de sonar cuando el muere.

Danza de Pascola 

Ejecutada al son de arpa y violín. Siguen un orden similar a la del Venado, bailando del cuarto al primer pascola, mientras descansan los músicos del venado. Lo esencial de esta danza es mostrar la agilidad de pies y precisión en el ritmo. Hay una gran variedad de sones de Pascola el común denominador es el inicio de la danza con el son "Son del Canario".

Danza de los Coyotes (extinta hace décadas) 

Ejecutada por tres Danzantes Coyote sobre su arco guerrero como si fuera un caballo, golpeando rítmicamente el arco con un carrizo que llevan en la mano izquierda. Caminan hacia delante y hacia atrás marcando, con la cabeza y el torso, la señal de la cruz. El instrumento musical es el tambor de doble cuero y la voz del tambulero al cantar el son, junto con el ruido de los carrizos al golpear el arco.

La indumentaria es una piel de coyote o zorro colocada encima de la cabeza que les cae hasta la cintura. Sobre la piel de coyote llevan cosidas hileras de plumas de águila. En la cabeza, sujetan la piel con una tela de color rojo y una cruz de concha nácar a la altura de la frente. En el hombre izquierdo llevan su carcaj con flechas, hecho también de piel de coyote o de zorro.

Danza de Matachines 

Se baila en todas las grandes festividades religiosas del año, fuera de la Cuaresma. Los instrumentos usados son dos violines y dos guitarras, o bien tres violines y tres guitarras. Está conformada por puros varones de diferentes edades y que por alguna razón o "manda" han ofrecido bailar en agradecimiento por alguna gracia obtenida. Los Matachines están organizados para la danza en dos líneas verticales con respecto al frente, en la parte delantera se encuentra el "Monarca" o "Monaja" y tras del "Aprendiz".